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El legado de José Luján Pérez

Realismo barroco en madera policromada

Cristo Crucificado de Luján

Luján destacó por hacer esculturas de tamaño reducido, y en su repertorio es abundante el número de Crucificados de pequeñas dimensiones. Muchos se destinaron al culto en los templos pero otros contaron con la devoción privada, expuestos en hornacinas o vitrinas sobre cómodas y consolas en los hogares canarios.

El que se conserva en el Museo Diocesano es un ejemplo. Es una talla de madera policromada que muestra a Jesús Crucificado en el Calvario, coronado con las espinas. Su Composición es casi una réplica de los crucificados de tamaño natural. En este caso, Luján aún no se había desprendido de los preceptos barrocos que imprimen realismo y naturalidad a las obras, como el desvanecimiento del cuerpo muerto, la caída brusca de la cabeza sobre el lado derecho, o las carnaciones mórbidas. Sin embargo, al tratarse de un Cristo muerto, el mensaje religioso que transmite a los fieles devotos es el del amor y la entrega por los demás.

El realismo barroco